No pasa nada…

| |

No me digas que no pasa nada, porque sí pasa. A mí si me pasa. Igual a ti te parece una tontería, pero para mí es importante. Tus problemas y los míos no siempre son los mismos, ni tienen por qué serlos, y eso no significa que no nos afecten de la misma manera.

No me pidas que te entienda a ti, al menos intenta entenderme tú a mi que ya pasaste por esto. No tengo tus años de experiencia para poder manejar la situación, ni tan siquiera para saber qué me pasa. Yo no he sido adulto aún, pero tú sí fuiste niño un día… ¿Lo recuerdas?

Tampoco quiero que compares. No mires a los demás y me pidas que haga algo o deje de hacerlo simplemente porque los demás lo estén haciendo. No me importan los demás. Ahora no. Soy yo el que necesita consuelo y el que está mal, no el resto.

Sé que todo esto lo dices para consolarme, porque sabes que mis lágrimas son de verdad, pero… ¿sabes una cosa? En realidad, no necesito que digas nada. Sólo quiero que me escuches, te sientes a mi lado y me abraces. Que no me hables de lo que pasará después, que hablemos de lo que me está pasando ahora. Porque ahora es el momento que importa.

Sé que no siempre es fácil ponerse en mi piel. Tampoco lo es para mí ponerme en la tuya. Sin embargo, podemos intentarlo. ¿Qué me dices? 

Deja un comentario